sábado, 12 de septiembre de 2009

Todo por picar un pollo


Australia, septiembre de 2009

Bueno, acá estamos de nuevo, luego de un largo rato de silencio, me tomo un tiempo para escribir algunas reflexiones de esta nueva vida que tenemos.
Y todo viene a mi mente, en forma atropellada, porque hoy por primera vez en toda mi vida, limpié y corté un pollo entero, y la verdad es que pensé que podía quedar deforme, pero no estuvo mal. Ustedes dirán, qué reflexión es ésta que comienza con la picada de un pollo. Pues sí, mientras tenía esta primera experiencia venían a mi mente, tantas cosas que hemos vivenciado por primera vez, en esta nueva etapa de nuestras vidas, como inmigrantes.

La verdad es increíble, lo larga que es la lista, por mi mente pasó desde mis primeras quemadas con el horno, hasta las caminatas por la ciudad a las 11 de la noche y los trayectos en el tren casi a media noche.
Vamos a ver, cómo les cuento algunas de esas nuevas experiencias de las que hemos sido protagonistas en estos 9 meses.

Podemos comenzar por los no tan gratos momentos, como por ejemplo las dos multas que nos han puesto: Una por andar a 68 km por hora en una vía de 60 y la otra por estar estacionada en una vía, en la que había uno de esos famosos carteles que hay en toda la ciudad, con los que he aprendido que si no los entiendo, mejor me muevo. Pues éste famoso cartel decía que podía estacionar por 2 horas hasta las 4 de la tarde, pero en el otro lado decía, que la vía debía permanecer “C” (lo que quiere decir “clear”), a partir de las 4 de la tarde hasta las 7 de la noche. Pues justamente, esta fue la parte que no entendí. Así que a las 4:15 de la tarde estaba un “señor fiscal” poniéndome una dolorosa multa de AU$ 117. Cuando me avisaron yo bajé corriendo, (para colmo estaba en una entrevista), y le pedí al fiscal que me perdonara, que yo era nueva y no había entendido la señal. Pues lo que me dijo muy seriamente fue: “La próxima vez lea mejor” y se fue en su moto, dejándome con mi cara de ponchada. Así que tenemos hasta el 17 de septiembre para pagarla. Similar a la de abajo.

Otra de las no tan gratas experiencias que hemos vivido en este nuevo país son las sesiones de limpieza de la casa, y ni hablar de la lavada de las duchas y paredes del baño. Son en estos momentos en los que pienso y extraño más a mi querida Yesenia. Y ni hablar de mis pobres manos, ya no son lo que eran cuando llegué.
Y si seguimos con las nuevas vivencias, les cuento que por primera vez en mi vida cocino tantas cosas distintas. Nunca había preparado unos granos (de ningún tipo), asado, carne esmechada, carne guisada, puré, etc. Las primeras veces se puede decir que quedaron aceptables, pero el mejor piropo lo recibí de mi querida hija María Fernanda cuando me dijo que mi comida se estaba pareciendo a la de Yesenia. Eso es un gran logro para mí.

Pero para que vean como son las cosas, mientras escribo todas estas reflexiones, mis hijos se están comiendo lo que acá se conoce como “noodles”. Es una comida china parecida a unos tallarines en sopa con vegetales. Es realmente increíble todo lo que existe en este mundo, de lo que estamos ajenos mientras estamos resguardados en nuestro propio mundo.

Ahora sigamos con esta angustiosa y desesperada búsqueda de trabajo. La verdad es que nunca pensamos que pasaríamos tantas horas de nuestro día a día, metidos en la computadora buscando trabajo, modificando el currículo y haciendo una fulana cover letter por cada una de las aplicaciones de las que pensamos tenemos el perfil para aplicar. La verdad es que ha sido cuesta arriba, nos ha quitado horas eternas de sueño y hemos llegado al punto de sentir desesperación. Es una pena que hayamos llegado a este gran país en este año, en el que la economía se ha contraído tanto y el desempleo ha llegado a más del 6%. La verdad es que rezamos para que esta historia tenga otro rumbo muy pronto, y que pase al recuerdo.

Otra vivencia nueva para mi es haber tenido entrevistas de trabajo. Nunca antes me había enfrentado a una entrevista laboral, pues trabajé muchos años en el mismo lugar y luego me independicé. La verdad es que pega un susto en el estómago indescriptible, sobre todo cuando no sabes a lo que te vas a enfrentar y para colmo de males, es en un idioma diferente al tuyo.

LA PARTE BUENA DE LAS COSAS

Ahora, cambiando de tema, me vienen a la mente los bellos paseos por esta ciudad del primer mundo a cualquier hora del día y poder visitar la maravillosa variedad de museos que caracterizan a esta bella ciudad. Realmente es maravilloso poder sacarle el provecho al sistema de transporte, pues cada vez que vamos al centro dejamos el carro en una estación del tren y allá vamos, disfrutamos de ese gran beneficio que tiene poder trasladarse sin tener que manejar y sin temor de que algo malo pueda ocurrir. Además de que es realmente increíble la multiculturalidad de esta ciudad. Cuando vas en el tren no sabes cuál es el idioma oficial de este país. Si es inglés, chino, hindi, árabe, griego, ruso, italiano, de Sri Lanka (no sé cuál es el idioma de este país) y hasta español. Y ni hablar de las caras y las ropas de la gente, realmente nos sentimos en la “ciudad del mundo”, no en Australia. Imaginen que cada vez que uno completa algún formulario (de cualquier cosa), te preguntan qué idioma se habla en casa. Incluso en clase, está permitido llevar diccionario para los exámenes.

Lo otro nuevo para nosotros es vivir la experiencia como estudiantes y en otro idioma. No se imaginan lo que es una clase de finanzas o de legal en inglés. Si te distraes por un segundo, perdiste como 5 o 10 minutos de la clase. La semana que viene tenemos examen de legal, y ya tenemos 3 domingos estudiando en equipo, tratando de comprender los términos legales y de memorizar los conceptos aprendidos en clase. Pienso que en unos años recordaremos estos gratos y retadores momentos con mucho aprecio, pues sin querer alabarnos, hay que tener valor para llevar adelante este gran proyecto de vida.

EL CLIMA
Luego seguimos con el clima y las 4 estaciones. La verdad es que pasamos frío en estos meses (bueno los niños nunca tienen frío). A pesar de que compramos ropa de invierno, las manos y los pies siempre estuvieron fríos. Gracias a Dios existen las cobijas eléctricas, que nos abrigaban con calorcito cuando nos metíamos en la cama. Pero qué terrible es pararse en la mañana con la casa helada a tener que darse una ducha. La verdad es que ya tenemos la experiencia como para que la próxima vez seleccionemos una casa que sea menos fría que ésta y tenga una calefacción que se pueda programar.

EL CALOR DE LOS AMIGOS

Y para cerrar, es increíble cómo estando tan lejos de nuestros seres queridos, hemos buscado calor en nuestros nuevos amigos. Definitivamente el venezolano es tan especial, en cualquier parte del mundo, somos únicos y tenemos ese calor que nos hace sentir como en familia. Nosotros nos sentimos muy agradecidos de todos los nuevos amigos que hemos hecho en este gran país. Pienso que Dios nos los puso en el camino, así como la linda parroquia a la que pertenecemos. Nos hemos encontrado con gente maravillosa, que nos ha tendido la mano y que están muy pendientes de nosotros.

GRACIAS PAPA DIOS POR SER TAN BUENO CON NOSOTROS, POR PERMITIR QUE TENGAMOS ESTA BELLA FAMILIA Y POR DARNOS LA OPORTUNIDAD DE OFRECER A NUESTROS HIJOS UN GRAN FUTURO. Amén.

Y pensar que esta historia comenzó picando un pollo...algo que pensé no sería capaz de hacer.